Respecto al mantenimiento de la
nevera se han de tener en cuenta tres aspectos: la descongelación, la limpieza
interna y la limpieza externa.
Se recomienda limpiar la nevera cada dos meses antes de realizar la
compra semanal o mensual aprovechando que la nevera estará más vacía y nos
costará menos retirar todos los productos.
Materiales:
Materiales:
- Producto detergente para vajilla
- Desinfectante
- Estropajo suave o esponja
- Bayeta
- Paños para secar
- Guantes
- Olla de agua caliente
- Cubo con hielo para mantener la comida del congelador.
Procedimiento:
- En primer lugar, desenchufar siempre el aparato.
- Poner una olla de agua a hervir que utilizaremos para descongelar más rápido.
- Vaciar por completo la nevera de todos los productos de alimentación. Al mismo tiempo, iremos revisando sus fechas de caducidad y tiraremos todos los alimentos que no estén aptos para su consumo.
- Es conveniente depositar la comida del congelador en recipientes con hielo para no romper la cadena de frio.
- Retiraremos también todas las baldas, cajones, tapas y demás plásticos desmontables que fregaremos en el lavavajillas o en el fregadero con abundante agua caliente y detergente líquido. Si alguna pieza no cupiera la podemos limpiar más cómodamente en la bañera.
- Cogeremos la olla de agua hirviendo y la meteremos dentro del congelador, sobre una tabla de madera, para que el vapor derrita todo el hielo mucho más rápido.
- Es aconsejable colocar en el suelo un barreño para ir tirando las placas de hielo que van cayendo.
- Nunca usaremos para rascar el hielo un cuchillo, ya que esto podría dañar el circuito refrigerante. Una vez que hayamos terminado de descongelar, deberemos mover la nevera y recoger todo el agua que haya podido quedar debajo, de lo contrario se podrían formar malos olores.
- Para el resto de la nevera usaremos una esponja humedecida en agua con detergente y un poco de desinfectante. Comenzaremos limpiando por dentro y luego por fuera, incidiendo también en las gomas de unión.
- Aclararemos bien con una bayeta humedecida y secaremos con un paño limpio.
- Volveremos a colocar todas las baldas y cajones, ya secos, en su sitio. Así como los productos de alimentación.
- Por último, conectaremos de nuevo el aparato a la corriente eléctrica.