Debido a su
función extractora, la campana suele ensuciarse rápidamente. Especialmente, va
acumulando grasa en sus rejillas. Por lo que para mejorar su eficacia es
necesario que le demos mantenimiento aproximadamente una vez por semana. De ese
modo, no se impedirá la correcta eliminación de vapores y olores.
- Bareño o cubo pequeño con agua caliente
- Quitagrasas
- Bayeta
- Paño de microfibra
- Bicarbonato y vinagre
- Cepillo de fregar
- Escalera
- Alcohol de limpieza
Procedimiento:
- Desconecta o desenchufa la campana extractora de la toma de corriente eléctrica para poder limpiarla sin ningún tipo de riesgo.
- Retira los filtros de la campana extractora presionando sobre la pestaña de montaje y colócalos sobre el fregadero. Rocíalos con el producto quitagrasas que utilices habitualmente en tu cocina o mejor aún, agrega bicarbonato por toda la superficie y a continuación, un buen chorro de vinagre. Y déjalo actuar unos 10 minutos.
- Mientras tanto, con la ayuda de la escalera para llegar bien a todas partes, pulveriza el EXTERIOR de la campana con el producto quitagrasas y retira la suciedad con una bayeta. Acláralo en el recipiente de agua caliente tantas veces como sea necesario. Por último, seca la campana con un trapo limpio.
- Para darle un mayor brillo e evitar restos de producto que dejen manchas, pulveriza un poco de alcohol de limpieza por toda la superficie y frota con un paño de microfibra, siguiendo siempre una misma dirección.
- A continuación, usaremos un cepillo de fregar de cerdas suaves para frotar y eliminar la acumulación de grasa de los filtros que habíamos dejado reposar. Enjuagaremos bien y esperaremos a que se sequen antes de reinstalarlos.
Consejo:
Si quieres que los restos de grasa no se acumulen,
pasa un paño húmedo por la campana después de cocinar. Y lava con
frecuencia los filtros en el lavavajillas.
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