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jueves, 19 de mayo de 2011

Aplicaciones del Amoníaco

    El amoníaco (NH3) es un gas alcalino e incoloro, compuesto de nitrógeno e hidrógeno con un olor muy fuerte y característico, altamente soluble en agua. Este producto es muy utilizado en la limpieza y desinfección del hogar ya que permite eliminar manchas que con otros productos resulta imposible acabar.
    APLICACIONES:
    • Su uso principal está basado en su gran capacidad desengrasante, por lo que es idóneo para la limpieza de azulejos, cristales, filtros de campanas extractoras, etc. 
    • Ideal para limpiar tejidos, moquetas y alfombras, entre otros. 
    • Elimina restos de crema hidratante,  desodorante o maquillaje en la ropa.
    • Suprime las huellas de los dedos sobre el mobiliario, así como manchas de zumo y sangre.
    • Aplicado con un bastoncillo limpia los agujeros de la plancha.
    • Elimina las manchas de grasa en las zapatillas.
    • Es adecuado para la limpieza de objetos de plata. 
    • También es empleado para quitar el brillo al barniz y a la cera, así que es recomendable utilizarlo cuando se quiera decapar alguna superficie, para darle posteriormente una nueva capa.
    PRECAUCIONES:
    Siempre que se utilice el amoníaco habrá que tener mucho cuidado ya que debe de ir especialmente diluido para evitar posibles intoxicaciones. Algunas de las consecuencias perjudiciales de la respiración de un alta concentración de gases que contengan NH3 es, entre otras cosas, un aumento de la presión sanguínea, cefaleas, irritación en la piel y en los ojos. Una exposición duradera puede causar la muerte y lo mismo sucede si se ingiere por error.
    De todas formas, en los productos que se comercializan hoy en día se incorpora un perfume especialmente diseñado para aminorar el fuerte olor durante su uso, lo cual hace más cómodo su empleo.
      Durante su utilización debe evitarse mezclarlo con lejía, porque contiene hipoclorito sódico, que reacciona con el amoníaco produciendo cloramina, un gas irritante y muy tóxico.

        miércoles, 4 de mayo de 2011

        PRÁCTICA Nº 33: CORTE Y TROCEADO DE VERDURAS Y HORTALIZAS


        Cortes básicos en cocina 

        Rodaja: Es un corte transversal que da como resultado unos trozos circulares. Se practica en las verduras cilíndricas. 

        Bastones o batonnet: Los bastones consiste en cortar la verdura en tiras de unos 6 mm de ancho por 6 cm de largo. Se utiliza este tipo de corte como primer paso para otros tipos de corte (juliana, por ejemplo), para salteados o para hacer patatas fritas. 

        Cubos: Se hacen a partir de los bastones y es el corte empleado para elaborar la famosa tortilla de patatas.

        Juliana: Corte en tiras finas, y de largo como la propia verdura. Se usa en pimientos, calabacines, zanahorias, etc.

        Brunoise/cubos pequeños: El corte más pequeño de todos. Se obtiene del corte previo de juliana. Cuanto más fina hagamos la juliana, más pequeño nos saldrá el corte brunoise. 

        Paisana o Paysanne: Son cortes gruesos irregulares, de medio centímetro, en forma rectangular. Se realizan partiendo del corte en bastones. Nos sirve para las sopas de verduras.


         
            
        CORTES BÁSICOS DE LA CEBOLLA:

        Corte en Juliana: Cortamos la cebolla por la mitad sin retirar del todo la raíz. Y después de retirar las capas exteriores, realizamos cortes finos en el sentido de la fibra. (Corte horizontal)

        Corte en perpendicular: Se corta la cebolla por la mitad y se retira la raíz. Y se realizan los cortes en perpendicular a la fibra de la cebolla, por lo que se puede desmoronar al freirla. 

        Corte en aros: En este caso no se corta la cebolla por la mitad, sino que hacemos aros concéntircos a partir de rodajas enteras. Son un complemento o guarnición muy habitual para las hamburguesas y otras recetas de comida rápida como los aros de cebolla rebozados o en tempura.

        Brunoise: Es un corte a dados pequeños de entre 3 y 5 mm de lado. Es habitual este corte en productos como cebollas, ajos, zanahorias, etc.


         

        Otros cortes:                 

        ¨Bolas: Trozos redondeados pequeños que se consiguen con una cuchara francesa o sacabolas.        

        ¨Gajos: En piezas redondas se trocea la pieza en cuartos u octavos.

                

        sábado, 23 de abril de 2011

        Pollo con vino blanco y miel

        Ingredientes del pollo con vino blanco y miel

        • 1 pollo de granja troceado
        • 1 limón
        • 1 lima
        • 1 atado de cebolla de verdeo
        • 1/2 atado de orégano fresco
        • 1/2 atado de tomillo fresco
        • vino blanco
        • 1 rama de canela
        • 1 estrella de anís
        • 1 cabeza de ajo
        • 1/2 taza de miel

        Preparación del pollo con vino blanco y miel

        Primero eliges una fuente profunda que pueda ir al horno y colocas dentro los trozos del pollo con todos los ingredientes. Mezclas bien, dejando que todo se impregne y que las hierbas liberen sus aromas y sabores. Cocinas en horno medio durante una hora dando vueltas las presas del pollo de vez en cuando. Si se seca puedes agregar un poco más de vino. La idea es que no quede líquido en la fuente sino una especie de almibar dulzón. Cuando veas que el pollo está listo, cocido y con buen color, el plato está terminado.
        Procura servir las piezas del pollo con el fondo de cocción.

        viernes, 22 de abril de 2011

        Pollo con peras y zanahorias, para hipertensos

        Ingredientes:
        . 150 gr. de pollo
        . 150 gr. de peras
        . 100 gr. de zanahorias
        . 100 gr. de cebolla picada
        . 150 gr. de tomate
        . pimienta negra
        . pimentón
        . aceite
        . 1 hoja de laurel y romero.
        . azúcar
        Preparación:
        Primero eliges la parte del pollo que más te gusta, la condimentas con pimienta recién molida y la cueces a la parrilla. Aparte pelas las zanahorias y las cortas muy fino, haces lo mismo con las cebollas y el tomate lo cortas pequeño. En una olla antiadherente fríes el laurel y las cebollas, le agregas después las zanahorias, el romero, los tomates y el pimentón.
        Dejas cocinar entre 3 y 4 minutos y sumas las peras peladas y cortadas en trozos más un vaso de agua con una cucharada de azúcar. Colocas la tapadera y dejas cocinar 20 minutos. Después sí, agregas el pollo y dejas que todo se termine de cocinar junto, para que se contagien los sabores, por espacio de 10 minutos. Cuando veas que la zanahoria, el más duro de los vegetales, está blanda, ya puedes servir.

        Congelar y descongelar alimentos

        No respetar unas correctas prácticas en el congelado y descongelado de los alimentos puede traducirse en un importante riesgo alimentario.
        La congelación es un magnífico sistema de conservación de alimentos porque permite hacer compras en grandes cantidades, disponer de productos de temporada fuera de estación y a buen precio. Sin embargo, no respetar unas correctas normas, tanto a la hora de congelar alimentos como de descongelarlos, puede poner en peligro la seguridad de su consumo, lo que se traduce en un importante riesgo alimentario.

        Claves de la congelación

        Para que el proceso de congelación se haga en unas condiciones de seguridad óptimas es imprescindible tener en cuenta algunos aspectos:
        • Elegir alimentos muy frescos y de buena calidad. Que posteriormente vayan a ser congelados no es excusa para adquirir productos con menor garantía.
        • Cualquier alimento crudo puede, en principio, congelarse. Antes, deben retirarse las partes no comestibles. Las verduras tienen que ser escaldadas previamente y las frutas se congelan una vez cocidas. El marisco es también preferible congelarlo cocido. Debe evitarse congelar alimentos de alto riesgo como carnes picadas.
        • Los platos cocinados deben dejarse enfriar antes de ser congelados ya que de lo contrario no sólo tardarían excesivamente en congelarse, sino que además descongelarían los productos congelados con los que entren en contacto. Una vez terminada su elaboración se dejan enfriar, no más de una hora, y se congelan en recipientes tapados.
        • Envasar los productos para congelar correctamente, en recipientes herméticos o envoltorios adecuados que los protejan de posibles contaminaciones y eviten las pérdidas de líquidos, así como su contacto con el aire. Si se congelan líquidos debe dejarse un margen para su dilatación. Es preferible congelar los productos separados por raciones que se consuman a la vez. Separar en el congelador por compartimentos los diferentes tipos de productos y los crudos de los cocinados.
        • Además de anotar en el paquete o en el envase la fecha de congelación, es conveniente registrar el nombre del alimento o preparado y su número de raciones.
        • La congelación deberá ser lo más rápida posible, así se minimiza el riesgo y se mantienen mejor sus propiedades organolépticas.
        • El grado de frío que alcanza un congelador se mide en estrellas: para lograr una buena congelación es recomendable un aparato de cuatro estrellas que garantice una temperatura de mantenimiento de al menos 18 ºC bajo cero con potencia extra para congelación que alcance los 30 ºC bajo cero. No congelar demasiados productos a la vez. La limpieza periódica y el buen mantenimiento (evitar la escarcha) del aparato es fundamental para su correcto funcionamiento. Vigilar el visualizador de temperatura.
        • Resulta muy difícil establecer un tiempo recomendado de almacenamiento para cada tipo de alimento congelado en el hogar. Dependerá no sólo del producto, sino también de su calidad y frescura inicial, de su posterior manipulación y condiciones de almacenamiento. Una recomendación general sería conservar los alimentos congelados durante un plazo de dos a tres meses.

        Descongelar, tan importante como congelar

        Descongelar en el frigorífico (el frío protege del desarrollo microbiano) la cantidad justa necesaria y consumir o elaborar en un plazo máximo de 24 horas hace que el alimento recupere su aspecto, sabor y olor originales. Debe tenerse en cuenta que el producto ha de estar separado del resto para evitar contaminaciones cruzadas. Para ello, se puede colocar en un recipiente limpio e impermeable dentro del frigorífico, evitando siempre que gotee sobre otros alimentos.
        Nunca debe recongelarse un alimento descongelado total o parcialmente. El único caso en el que se puede volver a congelar es cuando ha sido previamente cocinado con calor intenso, ya que este proceso reduce drásticamente el número de microorganismos. Descongelar a temperatura ambiente (o mantener a temperaturas templadas el producto descongelado) es una práctica de alto riesgo que pone en peligro la seguridad del producto. Aunque algunos alimentos, como verduras y hortalizas, pueden cocinarse directamente en agua hirviendo previamente troceadas y escaldadas.
        Se puede hacer uso del microondas para descongelar piezas delgadas y pequeñas de manera que se eviten zonas cocidas frente a otras aún congeladas. Cocinar a fondo asegurando una temperatura interna de 70ºC es recomendable en todos los casos. Una vez descongelado, el alimento crudo se debe cocinar totalmente, lo que asegura que el calor (al menos 70ºC) llegue al centro del producto lo más rápidamente posible. Si se trata de una elaboración ya cocinada, debe recalentarse a fondo asegurando esta temperatura en toda la preparación y consumir lo antes posible. Si no se consume, las sobras no deben reutilizarse.

        EL RIESGO DE LA CONGELACIÓN

        Las temperaturas de congelación no destruyen los microorganismos causantes del deterioro de los alimentos y de las toxiinfecciones alimentarias, sino que detienen su crecimiento y desarrollo (dependiendo del tipo de microorganismo y de las condiciones ambientales. Tampoco las enzimas (sustancias químicas que degradan progresivamente los alimentos) se eliminan, sino que simplemente detienen su actividad. Así, cuando cesa el frío intenso, a temperaturas intermedias (desde la descongelación al cocinado), los microorganismos comenzarán a multiplicarse rápidamente, así como también los procesos de deterioro del alimento que vuelven a reactivarse.
        Si en este momento en vez de consumir se recongela de nuevo, lo único que conseguiremos es congelar un alimento que no sólo ya ha comenzado a deteriorarse sino que además contiene un número mayor de microorganismos que se volverán a desarrollar la próxima vez que se descongele. Algo parecido ocurrirá si tras descongelarlo lo mantenemos almacenado un tiempo excesivo en condiciones de riesgo, dando a los microorganismos la oportunidad de proliferar. La única excepción es recongelar un alimento cocinado que ya había estado congelado en crudo: la razón es que el cocinado (al calor intenso) sí elimina la mayoría de los microorganismos.
        Fuente: http://www.consumer.es

        jueves, 14 de abril de 2011

        El pelapatatas también sirve...

        Para pelar verduras y frutas
        • Es mejor despuntar las zanahorias y pelarlas después de haberlas lavado.
        • Si se trata de nabos o apio, conviene eliminar la primera capa y los filamentos para que resulten más tiernos.
        • Para pelar los espárragos partir desde la mitad del tallo y deslizar el utensilio hacia la base; después cortar la parte más dura.
        • Para preparar las tiritas de verduras, presiona con mayor fuerza la lama para obtener tiras más gruesas.
        • Para pelar manzanas, peras, aguacates, mangos, papayas, kiwis y melocotones hay que pinchar con la punta del pelapatatas una extremidad de la piel y clavar enseguida la lama del pelapatatas.
        • Permite retirar la piel de la naranja y del limón sin quitar la parte blanca, que amarga.
        • Se puede formar virutas de chocolate para decorar; en este caso es mejor enfriar el chocolate en el frigorífico unos minutos.
        • Permite realizar rosas de tomate retirando la piel en una sola tira.

        domingo, 20 de marzo de 2011

        PRÁCTICA Nº 25: LIMPIEZA DEL FRIGORÍFICO

        Respecto al mantenimiento de la nevera se han de tener en cuenta tres aspectos: la descongelación, la limpieza interna y la limpieza externa.
        Se recomienda limpiar la nevera cada dos meses antes de realizar la compra semanal o mensual aprovechando que la nevera estará más vacía y nos costará menos retirar todos los productos.
        Materiales:
        • Producto detergente para vajilla
        • Desinfectante
        • Estropajo suave o esponja
        • Bayeta
        • Paños para secar
        • Guantes
        • Olla de agua caliente
        • Cubo con hielo para mantener la comida del congelador.
        Procedimiento:

        1. En primer lugar, desenchufar siempre el aparato.
        2. Poner una olla de agua a hervir que utilizaremos para descongelar más rápido.
        3. Vaciar por completo la nevera de todos los productos de alimentación. Al mismo tiempo, iremos revisando sus fechas de caducidad y tiraremos todos los alimentos que no estén aptos para su consumo.
        4. Es conveniente depositar la comida del congelador en recipientes con hielo para no romper la cadena de frio.
        5. Retiraremos también todas las baldas, cajones, tapas y demás plásticos desmontables que fregaremos en el lavavajillas o en el fregadero con abundante agua caliente y detergente líquido. Si alguna pieza no cupiera la podemos limpiar más cómodamente en la bañera.
        6. Cogeremos la olla de agua hirviendo y la meteremos dentro del congelador, sobre una tabla de madera, para que el vapor derrita todo el hielo mucho más rápido.
        7. Es aconsejable colocar en el suelo un barreño para ir tirando las placas de hielo que van cayendo.
        8. Nunca usaremos para rascar el hielo un cuchillo, ya que esto podría dañar el circuito refrigerante. Una vez que hayamos terminado de descongelar, deberemos mover la nevera y recoger todo el agua que haya podido quedar debajo, de lo contrario se podrían formar malos olores.
        9. Para el resto de la nevera usaremos una esponja humedecida en agua con detergente y un poco de desinfectante. Comenzaremos limpiando por dentro y luego por fuera, incidiendo también en las gomas de unión.
        10. Aclararemos bien con una bayeta humedecida y secaremos con un paño limpio.
        11. Volveremos a colocar todas las baldas y cajones, ya secos, en su sitio. Así como los productos de alimentación.
        12. Por último, conectaremos de nuevo el aparato a la corriente eléctrica.

        jueves, 10 de marzo de 2011

        PRÁCTICA 2: LIMPIEZA DEL MICROONDAS

        Se recomienda utilizar siempre las tapas para microondas cuando calentemos los alimentos. Además de evitar la suciedad y las salpicaduras, proporcionaremos una mejor cocción a los alimentos.

        Siempre es mejor recoger las manchas del microondas en el momento en que se producen.

        Materiales: 
        • Un vaso con un poco de agua
        • Vinagre 
        • Bayeta
        • Producto quita-grasa (KH7, Agerul o similar)
        • Manoplas de cocina
        • Guantes
        • Paño de cocina limpio
        Procedimiento:
        • Tomamos un vaso y le agregamos un poco de agua y un buen chorreón de vinagre, y lo calentamos en el microondas a potencia máxima durante 2 minutos. El calentamiento de los vapores del vinagre despegan la comida, mientras que el ácido acético en el vinagre desinfecta y desodoriza el microondas, elimina olores sin encubrirlos, es barato y respetuoso con el medio ambiente.
        • Transcurrido este tiempo, retiramos el vaso protegiendo nuestras manos con unas manoplas,  ya que el agua puede seguir caliente y te podrías quemar. Y a continuación, desenchufamos el aparato.
        • Sacamos el plato giratorio y lo fregamos en el fregadero con un estropajo y jabón lavavajillas, y lo dejamos escurrir. También retiramos el alambre con ruedas para poder limpiar bien la base del microondas.
        • Ahora limpia el microondas por dentro, empleando una bayeta sobre la que hemos pulverizado un poco de quita-grasa. Este producto, agregado al vinagre y el agua caliente del vaso que ya habrán reblandecido la suciedad, será fulminante para las manchas incrustadas de comida en el microondas.
        • Aclara las paredes del microondas por dentro con una bayeta humedecida muy bien exprimida, para que no entre el agua en los orificios de ventilación.
        • No olvides limpiar también con el mismo producto quita-grasa y la bayeta, la parte exterior del aparato.
        • Secamos con un paño de cocina limpio el microondas y el plato giratorio, y lo colocamos de nuevo en su sitio.
        • Por último, volvemos a enchufar el microondas.

        miércoles, 9 de marzo de 2011

        Trucos para la preparación del arroz

        "Una vez esté hirviendo no hay que remover el arroz ya que si se hace, se pegará".

        Al remover se favorece la disolución del almidón y por tanto el empaste y pegado del arroz.

        La esencia de la cocción de la paella es la "extensión", es decir, el arroz quedar extendido sobre el fondo del recipiente, junto a los otros ingredientes, formando una capa que no debe ser más gruesa de 2 centímetros. De esta forma cuece uniformemente sin necesidad de removerlo. Si se remueve, lo más probable es que se rompan muchos granos y, por tanto, se produzca un empaste.
        Una opción para uniformar es agitar el recipiente en el plano horizontal, con movimientos de vaivén, asiéndolo por una de sus asas.

        El parámetro de la extensión junto al de la uniformidad del fuego y al de su intensidad (vivo durante los primeros 8-10 minutos de cocción y gradualmente suave hasta el final, en total 18-20 minutos), son los tres parámetros que controlan la cocción y la evaporación de forma simultánea para conseguir un arroz cocido y seco.

        Estos arroces requieren un periodo de reposo de cinco minutos, antes de servirlos, para que el poco líquido que quede al apartarlos del fuego sea absorbido por el arroz y éste resulte realmente seco, suelto y sabroso. Si todo el líquido de cocción se evapora antes de que termine la cocción, el arroz se pegará al fondo del recipiente.

        "Un truco de lo más casero para medir la cantidad de agua que se necesita al hacer arroz es el siguiente: cuando el arroz esté en la cazuela se coloca el dedo índice rozando el arroz y se empieza a echar agua. Cuando el agua llegue a la articulación de la primera falange ya es suficiente"
        La proporción entre agua y arroz para paellas ronda entre el 2,5 y el 3, dependiendo del resto de ingredientes, es decir si éstos necesitan menos o más cocción.

        "Si se ha terminado el caldo cuando cocinamos la paella, y los granos de la superficie no están cocidos, se cubre el arroz con un paño húmedo tapando esa parte seca durante el tiempo de reposo de la paella, ya apagado el fuego"
        De esta manera la humedad del paño y el calor que todavía desprende la paella ablandará los granos secos.

        "Si el arroz de la paella se pega al fondo de la paellera, se coloca el recipiente sobre el fregadero sobre un paño mojado. De esta manera lo que esté pegado se irá despegando poco a poco. Éste es un truco muy sencillo pero muy eficaz"
        El enfriamiento brusco del fondo del recipiente, debido a la evaporación del agua de la bayeta provoca una rápida contracción del metal dilatado que a su vez haría que se desprendiese la capa de arroz pegado.

        viernes, 4 de marzo de 2011

        Siempre hay que espumar un caldo

        HAY QUE RETIRAR LA ESPUMA QUE FLOTA EN LOS CALDOS
        La espuma de color blanco presente en un caldo, por ejemplo de pollo, es la proteína coagulada, que se mantiene unida por medio de la grasa. No tiene buen sabor y puede arruinar estéticamente un plato. A medida que la temperatura del guiso aumenta, la grasa, en forma de aceite se puede evaporar y quedan las proteínas coaguladas en forma de grumos, que se suelen pegar a lasÉ paredes de la olla.

        Trucos para la preparación de ensaladas

        "Las ensaladas se deben condimentar justo antes de consumirlas"
        La lechuga, sus hojas, tienen una estructura muy peculiar; el 70% de su volumen está vacío o mejor dicho lleno de aire. Se trata de una estructura esponjosa, como la berenjena. La parte externa está recubierta de una sustancia cerosa no polar que repele el agua, pero no así el aceite, que cuando se añade como aliño la recubre total y fácilmente. Al estar troceada, el aceite penetra en las vacuolas internas desplazando el aire y al cabo de no mucho tiempo el trozo de lechuga queda empapado de aceite, perdiendo su frescura y tersura, presentando un aspecto mustio y marchito.


        miércoles, 19 de enero de 2011

        HAY QUE EVITAR QUE EL ACEITE HIERVA

        El aceite no llega a hervir, mucho antes de calentarse lo bastante como para que se formen burbujas, el aceite se descompondrá, dando como resultado sustancias con un sabor a quemado, olor acre y humo. Esta descomposición ocurre a una temperatura denominada PUNTO CRÍTICO.

        • El punto crítico del aceite de oliva es, aproximadamente, de 210ºC.
        • El de los aceites de semillas, girasol, soja, maíz, etc., es aproximadamente de 170ºC.
        • Y el de las diferentes grasas animales, manteca, mantequilla, margarinas, sebos, etc., va de 80ºC a 120ºC.
        Al ser 180-190ºC la temperatura óptima de fritura de la mayoría de los alimentos, se puede afirmar que el aceite de oliva es la grasa de elección más conveniente para las frituras.

        ¿Por qué no se debe calentar el aceite excesivamente?
        Las grasas se funden a un temperatura variable, lo que facilita la acción de las enzimas digestivas, pero si son sometidas a temperaturas demasiado elevadas mucho tiempo se descomponen y liberan sustancias tóxicas, incluso cancerígenas.

        Así que nunca calientes el aceite hasta que eche humo. Si ocurre esto, deséchalo y comiemza con uno nuevo.

         

        domingo, 16 de enero de 2011

        ¿CUÁNDO PONEMOS LA SAL AL HERVIR VERDURAS O LEGUMBRES? ¿Y EN EL CASO DE LA CARNE?

        VERDURAS Y LEGUMBRES:
        La sal se debe añadir al final de la cocción de verduras y legumbres.

        CARNES:
        Cuando ponemos un trozo de carne a cocer en agua con sal, se produce el paso de sustancias a través de la superficie de la carne. Salen "jugos" de la carne y entra sal y agua. En este tránsito influye el momento de añadir la sal al agua y el momento de echar la carne, debido respectivamente a los fenómenos de osmosis y desnaturalización de las proteínas.

        Si echamos la carne con agua hirviendo, se produce la desnaturalización rápida de las proteínas de la superficie de la carne dificultando el paso de sustancias. Al echar la carne en frío, la superficie de la carne mantiene una porosidad mayor durante más tiempo.

        Si la sal se añade hacia el final de la cocción, favorecemos la salida de los "jugos" de la carne. La carne estará menos sabrosa pero obtendremos un buen caldo. Si la sal se añade al principio, dificultaremos la salida de los "jugos", de tal manera que el caldo será más insípido conservando la carne un sabor mayor.

        Por tanto, si el fin del plato que vamos a preparar es el caldo, como cuando hacemos un puchero, se debe salar hacia el final poniendo la carne en frío. Si lo que se pretende es una carne sabrosa, salaremos al principio echando la carne en el agua hirviendo.

        Jabón casero

        En muchas casas se ha fabricado jabón de un modo artesano hasta no hace demasiado tiempo. Se obtiene un jabón de buena calidad. El modo de fabricarlo es muy sencillo.
        Los ingredientes son:
        • 170 gramos de sosa cáustica en escamas.
        • 1 litro de aceite usado y adecuadamente filtrado.
        • 1 litro de agua.

        Procedimiento de elaboración:
        En un barreño de plástico (no usar nunca recipientes de metal), ponemos el agua y la sosa. Removemos con una espátula de madera para que la sosa se disuelva, tened cuidado ya que puede quemar y sus vapores dañar, pero con un mínimo de cuidado no hay peligro.

        Añadimos el aceite mientras removemos con la espátula. Removemos la mezcla con fuerza siempre en la misma dirección. Cuando la mezcla adquiera una consistencia tal que el palo pueda quedarse de pie ya estará listo. Lo dejamos reposar y a las 24 horas ya habrá cuajado, pero aún no está seco del todo, es cuando hay que trocearlo con un cuchillo para que este proceso se haga con mayor facilidad.


        jabon2 300x225 Consejos paso a paso (XVII): Hacer jabón casero


        El jabón casero es bueno por muchas razones, os digo unas cuantas (si alguien sabe de alguna más que nos lo cuente):
        • Reciclamos el aceite usado y de esta forma evitamos la contaminación de las aguas.
        • Se puede utilizar cualquier tipo de aceites o grasas, comestibles.
        • Aunque el aceite o la grasa estén rancias, o huelan, cuando se hace jabón pierde esas características. Eso sí, cuanto más limpio mejor sale en cuanto a calidad y sobre todo si se va a utilizar en el uso de nuestro aseo personal, utilizad aceites sin usar, aunque sean baratos.
        • Para quitar las manchas en la ropa y desinfectarlas es muy bueno.
        • Recomendado para todo aquel que tenga problemas de hemorroides, es bueno lavarse con agua fría y con este jabón.
        • Para desinfectar heridas.
        • Podemos añadirle olores, miel, aloe vera...
        • Se puede utilizar rallado, poniendo una pequeña dosis en la lavadora como activador del lavado.

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        Y éste es el resultado 

        FUEGO EN LA COCINA

        En una escuela de entrenamiento sobre métodos para apagar fuegos, demuestran esto en una freidora de aceite. Un instructor, debidamente equipado arroja agua sobre una sartén con el aceite encendido. El resultado llamó la atención de los estudiantes.

        El agua, más pesada que el aceite, se va al fondo donde es inmediatamente sobrecalentada. La fuerza explosiva del vapor vuela el aceite encendido y lo expulsa. En campo abierto, resultó en una bola de fuego que se asimila a una explosión nuclear. Dentro de la cocina, la bola alcanza el techo y cubre todo el ambiente. Tampoco debe arrojarse azúcar o harina en un aceite encendido. Una taza de cualquiera de las dos crea una fuerza también explosiva equivalente a dos barras de dinamita.

        Observa ahora el vídeo picando en el enlace de abajo y no olvides lo que ves. Haz que toda la familia lo vea.