Limpiar el cubo de basura es una de las tareas que
menos gusta hacer, pero sin duda es indispensable para mantener la
cocina o el lugar en donde esté situado, en condiciones óptimas de
higiene.
Generalmente deberemos limpiarlo, al menos, cada 15 días para evitar la proliferación de gérmenes y la acumulación de malos olores.
Será muy importante la separación de residuos en distintas bolsas destinadas a los distintos contenedores de reciclaje: envases, papel, vidrio y residuos orgánicos.
Dichas bolsas se cambiarán con frecuencia, especialmente la que contiene residuos orgánicos que será reemplazada a diario.
Veamos el procedimiento para su limpieza:
MATERIALES:
- Detergente
- Lejía o algún otro desinfectante
- Estropajo
- Guantes
- Agua
PROCEDIMIENTO:
- En primer lugar, retiraremos la bolsa de basura y llevaremos el cubo a un lugar apropiado para su limpieza. Si no disponemos de patio donde poder usar una manguera, tendremos que recurrir a la bañera. La cual limpiaremos y desinfectaremos a fondo una vez finalizada la tarea.
- A continuación, remojaremos bien para que vaya ablandando todas las manchas y restos de residuos que hayan podido quedar adheridos al cubo.
- Tomaremos un estropajo, de uso exclusivo para este tipo de tareas, y un poco de detergente para proceder a su limpieza tanto por fuera como por dentro. Aclararemos con un poco de agua y realizaremos la misma operación empleando ahora el desinfectante. Si utilizamos un detergente que incluya poder desinfectante haremos estos dos pasos en uno solo.
- Por último, aclararemos toda la superficie y dejaremos secar el cubo boca abajo antes de colocar una nueva bolsa.
- Algunos trucos para eliminar los malos olores:
- Espolvorear un poco de bicarbonato de sodio en el fondo del cubo.
- Rallar la cáscara de un limón o naranja y espolvorear en el fondo.
- Rociar el cubo con insecticida perfumado que desodoriza mucho y mantiene a raya los bichos.
NORMAS DE SEGURIDAD EN LA ELIMINACIÓN DE PRODUCTOS
- Reduce el desperdicio alimentario. Cuando tiramos comida a la basura estamos desperdiciando también la energía y el agua empleadas para la producción, el transporte, el almacenamiento y la gestión de residuos.
- Separa y recicla. Separa los envases de plástico, el papel y cartón, el vidrio, la materia orgánica y los restos, para depositarlos en el contenedor correcto.
- Evita el uso de bolsas de plástico. Si llevas tu propia bolsa de tela o rafia a la compra, evitas que te den una nueva cada vez.
- Aprovecha el aceite doméstico usado para hacer jabón casero o deposítelo en botellas de plástico en los contenedores específicos. Nunca lo tires por el fregadero.
- Productos como pilas, bombillas y medicamentos contienen sustancias muy tóxicas para el medio ambiente. Llévalos a su contenedor específico.
- Reduce el uso de productos desechables. Utiliza productos que sean reutilizables o recargables para darles más vidas.
- Si tienes dudas respecto a dónde tirar algún desecho, te puedes descargar la aplicación Aire de Ecoembes y preguntarle, a través de un sencillo chat, a su Asistente Inteligente de Reciclaje.
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