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domingo, 28 de abril de 2019

PRÁCTICA Nº 17: LIMPIEZA DE LOS AZULEJOS

AZULEJOS DE LA COCINA
Materiales:
  • Cubo pequeño o barreño con agua caliente
  • Amoniaco o detergente desengrasante en spray
  • Bayeta
  • Trapo seco de algodón o microfibra
  • Escalera 
  • Guantes
Procedimiento: 
  1. Barre el suelo antes de iniciar la limpieza de las paredes para evitar que cuando el agua resbale hasta este, se cree una capa mayor de suciedad sobre el pavimento.
  2. Ponte unos guantes, y llena un barreño con agua bastante caliente y un chorro de amoniaco.
  3. Súbete a la escalera y comienza a limpiar azulejos desde la parte más alta de la pared, porque inevitablemente el agua y la suciedad comenzará a descender hacia abajo. Moja la bayeta en el agua caliente con el amoniaco o aplica directamente sobre los azulejos el detergente desengrasante en spray, sobre un tramo. Frota para extender el producto en la zona y repite la operación si es necesario.
  4. Cambia el agua de los baldes con mucha frecuencia. Recuerda que el agua caliente disuelve mejor la grasa, para limpiar baldosas de cocina, así que procura que esté a una alta temperatura, pero sin quemarte las manos.
  5. Cuando el tramo trabajado esté totalmente limpio, utiliza el trapo seco para frotar los azulejos hasta que estos queden secos y brillantes otra vez.
  6. Termina recogiendo con la fregona la suciedad del suelo y el agua que haya podido caer en la limpieza de los azulejos.

AZULEJOS DEL BAÑO
Materiales:
  • Cubo con agua caliente
  • Vinagre de limpieza por su pontente poder contra la cal o amoniaco
  • Trapo seco de algodón o microfibra
  • Escalera
  • Guantes
Procedimiento:
  1. Barre el suelo antes de iniciar la limpieza de las paredes para evitar que cuando el agua resbale hasta este, se cree una capa mayor de suciedad sobre el pavimento.
  2. Comienza la limpieza de azulejos siempre por la parte superior, con ayuda de la escalera.
  3. Realiza la limpieza con la bayeta empapada en agua y vinagre, o bien amoniaco, sobre todo para las zonas con incrustaciones de cal, óxido o restos de jabones.
  4. Retira la suciedad con una bayeta escurrida y mojada solo en agua caliente.
  5. Seca con un trapo de algodón o microfibra, y frota para obtener brillo.
  6. Termina recogiendo con la fregona la suciedad del suelo y el agua que haya podido caer en la limpieza de los azulejos. 
Te recomendamos que siempre ventiles después de ducharte. De esa manera evitarás que los vapores de agua se instalen en las paredes con sus partículas de suciedad. También evitarás que el moho prolifere en las juntas.

 

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