Si tienes todos los productos en orden, ganarás tiempo a la hora de
limpiar.
Materiales:
- Productos de limpieza
- Cajas de plástico (que pueden ser de distinto tamaño en función de lo que vayamos a guardar)
- Etiquetas
Saca todos los productos y regala los que ya no uses. Limpia el interior del mueble con una bayeta y clasifica por categorías. Vamos a diferenciar al menos entre seis tipos de productos:
- COCINA: Limpiador de vitrocerámica, desengrasante, limpiador de horno, detergente para fregar a mano, etc.
- LAVAVAJILLAS: Pastillas para el lavavajillas, sales y abrillantador.
- HOGAR: Friegasuelos, limpiamuebles, limpiacristales, productos multiuso, ambientadores, etc.
- LAVADORA: Detergentes de distinto tipo (para ropa blanca, ropa de color, ropa oscura, lana, prendas delicadas,...), suavizante, lejía blanca, activadores de lavado, toallitas antitransferentes, pastillas antical, etc.
- BAÑO: Limpiador de baño, limpiador antical, lejía amarilla, etc.
- PRODUCTOS DE LIMPIEZA CASEROS: Vinagre de limpieza, bicarbonato sódico, alcohol, etc.
Una vez ordenados en su caja correspondiente, pégale la etiqueta y colócalos en el mueble. Lo importante es que cuando necesites algo sepas dónde ir y localizarlo rápidamente.
PREVENCIÓN DE INTOXICACIONES:
- Guardar todos los productos potencialmente causantes de una intoxicación en un lugar seguro, bajo llave si es preciso.
- Siempre se deben almacenar los productos de limpieza en un espacio concreto, separado de los alimentos.
- Todos los productos de limpieza deben conservarse en su envase original.
- Los productos de limpieza son materiales químicos, no deben mezclarse nunca, ya que muchos reaccionan entre sí produciendo vapores nocivos que pueden causar la muerte. Como en el caso de la mezcla de lejía y amoniaco.
- Seguir fielmente las indicaciones de uso y los consejos del fabricante que hay en las etiquetas.
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